En 2050 más de 71 millones de personas tendrán más de 90 años Los últimos datos ofrecidos por las Naciones Unidas revelan que el número de personas de más de 90 años se multiplicara por seis a mediados de este siglo. Se espera que en 2050 más de 71 millones de personas en todo el mundo tengan más de 90 años. Es más, alrededor de 3.2 millones de personas serán ya centenarias y, tal y como coinciden diferentes demógrafos, se esperan casos de longevidad extrema, por lo que cada vez será más común superar los 110 años.

La mayoría de estos centenarios vivirán en Europa y Asia. Japón y Suiza estarán entre los países con mayor esperanza de vida de todo el mundo. Sin embargo, el estudio de la calidad de vida, teniendo en cuenta la salud mental y física y la mortalidad en estas edades tan avanzadas, está todavía en su fase inicial. Según estadísticas de Eurostat, dadas a conocer ayer con el motivo del Día Mundial de la Población, en 2060 España será el país de la Unión Europea con mayor porcentaje de personas de más de 80 años. En concreto, la tasa de población con más de 65 años aumentara desde el 16.5% de 2010 hasta el 31.5% en 2060, mientras que el porcentaje de octogenarios se disparara en el mismo periodo del 4.9% al 14.2%; es el dato más alto de la UE, por delante de Italia (14.1%) y Alemania (13.5%).

En México, la tasa de crecimiento de la población mayor a los 65 años es de 3.8% anual, y se mantendrá constante en esta magnitud por varios años. A esta tasa de crecimiento, este grupo se verá duplicado cada 19 años.

Todo ello pone de manifiesto la amenaza que se cierne sobre el futuro de las pensiones, por lo que se debe hacer hincapié en la relevancia de que los ciudadanos tomen conciencia de la importancia del desarrollo de la Previsión Social Complementaria. Sobre todo cuando se destaca la rapidez del envejecimiento de la población mexicana, y que ese fenómeno representa importantes demandas para la solvencia de la seguridad social.

Por lo anterior, es vital motivar y concienciar da la necesidad real de ahorrar para mantener en el periodo de jubilación un nivel de vida similar o cercana al que se tenía en la vida laboral.